Siempre he querido emprender.Tengo la convicción de que yo no estoy hecha para trabajar para alguien más, quiero luchar por mi sueños y no por
los de otros, pero cuando aún no era mami, siempre me detuvo la falta de
constancia, comenzaba muy bien y al final iba perdiendo el empuje, perdía la fuerza con la que comenzaba mis
emprendimientos, más que todo porque nunca
tenía una idea clara de lo que quería, y así mismo dejaba que me afectara
la situación de mi país Venezuela, pues es
difícil comenzar en cuanto a los recursos que debes disponer.
Ahora bien, hay miles de posibilidades de comenzar sin inversión, o tal vez con
financiamiento solo debes buscar la manera, el problema es que muchas personas comienzan a ver las
barreras para emprender antes de siquiera empezar, las excusas nos revelan
nuestro miedo a fracasar, las dudas de si lo estás haciendo bien te acechan, y
al final comenzamos a dedicarle menos tiempo a nuestros sueños y desistimos.
En estos últimos años de mi vida
en los que primero me he convertido primero en esposa y luego en madre he aprendido a imponerme metas, y casi
todo lo que me he propuesto con respecto a mi vida personal lo he logrado...
Aun así no lo había aplicado en mis emprendimientos, por lo que siempre me
preguntaba ¿Qué ha fallado? ¿Por qué
pierdo la constancia? y la respuesta es simple y la tenía siempre ahí
delante de mis ojos, he comenzado pero
nunca me he puesto una meta, ¿Cómo
avanzas si no sabes a dónde quieres llegar?
Ahora que soy mamá tengo un motor que me impulsa que es
#mipequeSamuel, estoy definiendo mis
Metas, estoy tratando de realizarlas trimestralmente, metas realistas pero que no me desanimen que me mantengan
trabajando. Quiero Emprender, estoy
motivada a ello y sé que esta vez será diferente, no solo he replanteado mi
estrategia sino que tengo unos ojos bellos que me miran cada mañana y que me
motivan, mi hijo.
Y a tí mamá, ¿Qué te detiene de emprender?
0 comentarios